Resiliencia Familiar
Resiliencia Familiar: Qué es, cómo afecta a los niños y cómo trabajarla de forma positiva.
La Resiliencia Familiar se suele ver afectada por divorcios conflictivos, provocando daños emocionales en los niños.
La resiliencia es nuestra capacidad de superación personal para crear nuevas realidades, a partir de dificultades que inesperadamente nos presenta la vida, depende en parte de factores inherentes de cada persona.
Pero también la resiliencia se desarrolla a lo largo de la vida, por nuestras experiencias vividas y por el entorno familiar y social en el que nos relacionamos.
La familia a la que pertenecemos y/o la que creamos son ejes fundamentales de la estabilidad emocional de la persona. Cuando el núcleo familiar se ve afectado por conflictos graves, como por ejemplo, separaciones o divorcios, esta nueva realidad puede suponer una importante vulnerabilidad. Para afrontar y superar esta nueva situación, se pone a prueba nuestra resiliencia. Además, la capacidad resiliente que los padres demuestren se traspasa y deja huellas en los menores que viven la situación, marcando su capacidad de superación de cara al futuro.
Como hemos dicho, gran parte de nuestra resiliencia se adquiere y moldea en el tiempo por lo que la buena noticia es que siempre se puede mejorar. Lo malo es que no se enseña a desarrollar de forma positiva en edades tempranas y sólo se pone a prueba cuando ya se vive una situación complicada. Sólo entonces nos ponemos a prueba a nosotros mismos y si ésta falla, tenemos que aprender en ese mismo momento a desarrollar una mejor resiliencia.
En estas situaciones de Alta Conflictividad Familiar, los padres a veces se dejan llevar por el estrés y los problemas que afrontan. Inconscientemente, traspasan este estrés en la educación y en la relación con los hijos, desviando el foco de atención del interés del menor a los miles de frentes de lucha que tienen abiertos. Como consecuencia, quedan miles de niños afectados, tocados con daños emocionales, que pueden arrastrar a su vida adulta y relaciones personales en el futuro.
Cómo desarrollar y trabajar una resiliencia familiar positiva en procesos de divorcio conflictivo.
Profesionales expertos como la figura del Coordinador Parental, novedosa en España, pueden ayudar a estas familias que sufren un proceso de Alta Conflictividad Familiar a incorporar técnicas de resiliencia familiar. Primero, por el bien del menor que de rebote vive el conflicto familiar y en segundo lugar, por el bien de los adultos, para que encuentren vías de entendimiento que favorezcan una parentalidad positiva y aumentan sus capacidades de superación personal.
¿Cómo puede ayudar el Coordinador Parental a desarrollar la resiliencia familiar?
- Ayuda a los padres a reconducirse para que retomen su papel fundamental: el de responsables de lo que ocurre en la familia y que afecta al menor, centrándose en su verdadero bienestar y protección.
- Fomenta el aprendizaje basado en las necesidades emocionales y afectivas del niño en estas situaciones.
- Su labor ayuda a los padres e hijos a que mejorar la comunicación entre ellos para lograr salir lo antes posible del conflicto y con los menores daños para todas las partes afectadas.
- Ayuda a establecer metas educativas y expectativas positivas sobre el futuro de los hijos.
- Establece estrategias de afrontamiento y retos a plantear con el objetivo de lograr una parentalidad positiva a medio y largo plazo.
- Fomenta la colaboración y el trabajo en común, no por obligación sino por cooperación, por el bien del menor en primer lugar y como un logro de superación personal, necesario para todas las personas.